Aunque la disforia llegó a mi casa a primeros del 2017, no fue hasta diciembre de 2021 cuando entré en contacto consciente con este nuevo fenómeno, denominado con un término de nuevo cuño: «Disforia de Género de Inicio Rápido«.
De pronto, accedí a una enorme cantidad de información: desde cuando se producía, en qué tipo de población, en qué circunstancias, los protocolos afirmativos que médicos de género, psicólogos y políticos estaban impulsando, la eliminación del apoyo psicológico a las personas afectadas, la financiación de estudios sesgados y a las organizaciones afines, el adoctrinamientos a niños en los colegios por trans-activistas… todo un horror, que estaba llevando a niños y jóvenes a destruir sus vidas irremediablemente. ¡Desesperé!
Supe entonces que el «cuidado de afirmación del género» era la denominación que se le daba al tratamiento único que se permitía aplicar, y qué básicamente, consistía en afirmar inmediatamente, y sin cuestionamiento alguno, el deseo repentino de niños y jóvenes que se sienten mal con su cuerpo y su género, ignorando otros trastornos psiquiátricos y psicológicos prexistentes. Y lo más grave, aplicando de forma inmediata la transición: social y hormonal, seguida de la quirúrgica, incluso en menores.
A mí, esta aberración me parece escandalosa y que, de ninguna manera puede ser casual. Confluyen distintos tipos de intereses: económicos e ideológicos.
En mi ardua tarea para adquirir conocimiento sobre el fenómeno, y para tratar de encontrar alguna manera de evitar que mi hija acabara medicalizando y amputando su cuerpo con tratamientos peligroso, irreversibles y dolorosos, comencé a leer por todas partes, como los defensores de este «tratamiento de afirmación» lo sustentaban en algo llamado el «protocolo holandés».
El protocolo holandés, que básicamente consiste en aplicar la «afirmación de género» administrando bloqueadores de la pubertad a menores, se sustenta sobre estudios realizados por médicos de género de Los Países Bajos, que dicen haber encontrado pruebas sólidas de que tal «tratamiento» alivia el sufrimiento de personas que se cuestionan su sexo.
Los Países Bajos fueron los pioneros, pero pronto otros países occidentales le siguieron en aplicación de dichos estudios.
A estas alturas, hay países que llevan más de una década aplicando el dichoso protocolo holandés, al que parecían admirar cuasi religión. Rechazarlo, se había convertido en conducta de alto riesgo para cualquier profesional, y sus activistas habían logrado con gran éxito, paralizar la disidencia con dos armas sencillas que apelan de lleno a la emoción: la transfobia y el chantaje emocional del miedo al suicidio. Y así, se creó la leyenda del «protocolo holandés»: santificado e intocable. Hasta que dejó de serlo.
No tardé mucho en empezar a escuchar críticas al protocolo, que eran rebatidas con gran fiereza, en todos los ámbitos: de la salud, asociaciones médicas, políticos, organizaciones y empresas, activistas, medios de comunicación…
Defectos fundamentales en los estudios del protocolo holandés
No fue un estudio aleatorizado y controlado. Sin grupo de control la deficiencia metodológica es muy grave.
El tamaño del grupo de estudio —personas que reciben el tratamiento con bloqueadores de la pubertad y posteriormente con hormonas cruzadas de sexo— fue muy reducido.
No se hizo un seguimiento a largo plazo de los participantes en el estudio. Ni se investigaron los numerosos abandonos.
Descartaron los casos que no les eran favorables al resultado que pretendía obtener, incluso desecharon un caso de muerte que se produjo durante la intervención quirúrgica de cambio de la apariencia genital de un participante.
Los participantes objeto del estudio también recibieron asesoramiento psicológico, pero en la aplicación actual del cuidado afirmativo, se descarta y prohíbe.
Hubo poca o ninguna supervisión por parte de una autoridad de salud pública.
El estudio se llevó a cabo antes del cambio de tendencia en el número y tipo de personas que buscaban el tratamiento, sin embargo, ni se plantearon si lo que podría valer para un grupo sería también aplicable al otro:
Antes de 2010-2015 el perfil de la persona que buscaba el tratamiento era:
- Adulto.
- Varón.
- Con disforia persistente temprana.
- Había muy baja prevalencia.
Después de 2010-2015 el perfil cambió es:
- Chica joven que nunca ha presentado rechazo a su cuerpo y género.
- Ticamente se produce entre grupos de amigas o tras haber pasado mucho tiempo en las redes sociales.
- Tiene trastornos psiquiátricos graves previos que empeoran tras la auto identificación trans.
- Se ha producido un incremento descomunal de casos (del orden de miles %)
En el documental del medio público holandés Zendra, y en muchos artículos de distintos tipos de medios de comunicación, se concluye que la investigación del protocolo holandés estaba sesgada desde el principio y que buscaba confirmar la eficacia del tratamiento.
Los resultados de los estudios del protocolo holandés no aportan una base sólida para afirmar que el tratamiento funciona porque su evidencia es muy débil, como demuestran varios estudios y revisiones realizadas por distintos profesionales de varios países, e incluso de los propios Países Bajos.
No se puede entender, o yo no puedo hacerlo, cómo se aceptan estos estudios de tan baja calidad, que no se aceptarían como prueba en ninguna otra área de la medicina.
Actualmente, mientras en Europa se está revisando, con rigor científico, la eficacia de los protocolos afirmativos del género con resultados muy críticos, en EE UU se están realizando nuevos estudios para ratificarlo, pero los resultados no son favorables.
Y, aun así, los activistas transgénero tergiversan los resultados para ajustarlos a su narrativa, y se atreven a difundirlos a bombo y platillo, como si divulgar mentiras fuera sinónimo de éxito, como se puede leer en el artículo de 11/09/23 publicado em la revista City Journal por Leo Sapir titulado «All Appearance, No Substance. A new study claims to find that sex-trait modification improves mental health. It does not». (traducción: Toda apariencia, ninguna sustancia. Un nuevo estudio afirma haber encontrado que la modificación de los rasgos sexuales mejora la salud mental. No es así).
Una vez más concluyo que el trans-activismo es una religión y sus adeptos simplemente no piensa, o no pueden hacerlo.
Marcha atrás, la cordura resiste
Afortunadamente, hay médicos y científicos que no se dejan intimidar y acaban sacando a la luz las mentiras. Lo hacen con estudios serios realizados con rigor científico, que acaban demostrando el daño ocasionado a los niños y jóvenes por el tratamiento de afirmación de género, la mala praxis y la falta de ética de algunos médicos.
Suecia, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Dinamarca, Florida, Missouri, Tennessee, Misisipi, Texas… ya han prohibido algunos tratamientos, y otro países están revisando sus protocolos como Francia, Australia…
La crítica al tratamiento de afirmación ha ido in crescendo, y ahora, la situación está completamente a la luz, muy a pesar de la resistencia de algunos países para cesar esta peligrosa y mala medicina. ¡Cuando las denuncias sean inabordables lo harán!
Documental y artículos:
Dejo aquí algunos artículos de los muchos que se pueden encontrar fácilmente en Internet. Están en orden cronológico, pero si puede leer inglés, vaya directamente al documental siguiente, que es un compendio demoledor de todo el proceso de adopción y rechazo del protocolo holandés.
Un importante documental sacude los cimientos de la medicina de género en los Países Bajos:
El Protocolo Transgénero
difundido por el medio público holandés BNNVARA
28/10/23 «IN THE DARK» (traducción: EN LA OSCURIDAD)
02/07/21 «One Year Since Finland Broke with WPATH «Standards of Care»». (traducción: Un año desde que Finlandia rompiera con los «estándares de atención» de WPATH. Finlandia prioriza la psicoterapia sobre las hormonas y rechaza las cirugías a menores con disforia de género).
31/10/22 «Going Dutch» (traducción: Volviéndose holandés)
06/02/23 «A Return to Reality» (traducción: Regreso a la realidad).
Pequeño documental para explicar que es la Disforia de Género de Inicio Rápido, cómo se está produciendo contagio social, cómo los países pioneros en el tratamiento de afirmación de género están dando marcha atrás por los malos resultados sobre menores.
Realizado por AMANADA y difundido el día de su Presentacion en el Ilustres Colegio Oficial de Médicos de Madrid -ICOMEM