Vivir la naturaleza con pasión en mi niñez conformó mi carácter

Mi relación con la escritura

Nací en 1963 en un pueblecito serrano de España. Un lugar que añoro profundamente porque en la sierra, entre encinas y arroyos, aprendí a amar la naturaleza y enlacé mis primeros versos cuando aún era niña.
En mi adolescencia escribí poesía y publiqué en revistas de fiestas patronales y universitarias, logrando algún premio discreto en concursos literarios municipales.
La pasión por alcanzar el desarrollo personal y profesional opacó mi instinto biológico y llegué tarde a la maternidad. He vivido siendo mucho más que madre. Soy profesional incansable, aprendiz de poeta, esposa, hermana, amiga, hija… y sin embargo, ahora que debería estar soltando amarras, todo ha perdido sentido para ser sólo madre.
Aunque abandoné la buena práctica de escribir durante los mejores años de la crianza de mis dos hijas, poco a poco, fui modelando mi diario personal. Mi arma secreta en formato epistolar contra los vaivenes emocionales. Una costumbre intermitente a la que siempre regreso cuando la vida se vuelve demasiado gris.
Y así, llegó un tiempo inesperado en el que escribir cartas resultó insuficiente. Tuve que escribir la historia que latía bajo mi piel, silenciada por la presión social y por mi incapacidad emocional para hacerle frente al desprecio.

Vivimos tiempos oscuros para la libertad de expresión en occidente

Cómo ciudadana del mundo me asiste:

el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos.
“todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, el de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión”.

Cómo española que vive en España me asiste:

el artículo 20 de la Constitución española:
1.- Se reconocen y protegen los derechos:
  • A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
  • A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
  • A la libertad de cátedra.
  • A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2.- El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
barandilla con vistas al boque verde brillante con persona con gafas

Mi postura ante el mundo woke

No debería ser necesario decirlo, pero por si acaso: no soy tránsfoba, no odio a las personas por su orientación o su identidad sexual. Solo abogo por la prudencia, por el análisis de comorbilidades y tratamientos personalizados, incluido la psicoterapia, sobre todo, cuando se trata de un menor.
Un sistema que sube al tren de las hormonas y las cirugías a menores, y a toda prisa, denota una sociedad muy cuestionable.

Mi necesidad de expresión

He creado esta pequeña web para tratar, en lo posible, de verter mi energía en asuntos constructivos en lugar de seguir cargando contra mí misma.
Canalizar mi furia a través de la palabra escrita me permite serenar mis impulsos, reflexionar y entender de otras maneras, ocupar el tiempo libre para evitar tentaciones destructivas, y de camino, organizar mis ideas para una utilidad ulterior.