La Estafa del Trans generismo

Memorias de una destransición

Hombre trans femenino se mira al espejo rojo azul espejo
Autoras:  Sandra Mercado y Marina López, 2022

Es una historia de descubrimiento de las mentiras e intereses de la industria médica del género, y finalmente, la aceptación de que no es posible cambiar el sexo de un cuerpo. Lo que ineludiblemente lleva al protagonista a iniciar el camino hacia la aceptación de que, a pesar de su apariencia de mujer, es un hombre gay al que le gusta mostrarse al mundo envuelto en un aspecto que la sociedad asigna a la mujer y a lo femenino.

El libro está escrito por Sandra Mercado y Marina López y se divide en dos partes:

En la primera parte, Sandra cuenta en primera persona su vida desde la temprana infancia hasta el momento presente. Una vida inmersa en una familia con un padre maltratador que no acepta su aspecto y maneras afeminadas ni, su homosexualidad que, Sandra reconoce desde que tiene uso de razón. También cuenta como, el acoso recibido no solo por parte de su padre y otros familiares, sino también en el colegio y procedente de la sociedad en general, por su condición gay y por su gusto por los estereotipos asociados a la femineidad, le llevaron a generar una homofobia interiorizada, a creer que había nacido en un cuerpo equivocado y a la postre a la disforia de género.

La ansiedad que le produce la disforia lo empuja a buscar ayuda psicológica y psiquiátrica, y aunque una de las psicólogas que lo trató encontró comorbilidades que deberían haberse investigado, con carácter previo a modificar su cuerpo, los psiquiatras y endocrinos del clínico de Barcelona deciden obviarlos y empujarlo hacia la hormonación cruzada de sexo y a la cirugía.

Después de una euforia inicial, Sandra descubre que la disforia no desaparece como le habían prometido, su ansiedad aumenta y pronto comienzan a dar la cara los terribles efectos secundarios, con los que tendrá que luchar toda la vida porque los procedimientos médicos a los que se ha sometido no tienen vuelta atrás.

Durante una segunda intervención para tratar de arreglar el desaguisado que le produjo la primera vaginoplastia, habla de sus malas experiencias médicas con otras personas transexuales como, ella y toma conciencia de que los médicos no informan de los efectos negativos, ni de las posibilidades de fracaso de las cirugías estéticas para asimilar el cuerpo al sexo contrario al  propio. Se siente como un conejillo de indias y hace su peaktrans. En ese tiene la valentía de aceptarse como hombre gay con pluma, como le gusta decir, y comienza su proceso de detransición. Desde entonces se ha embarcado en un camino para sacar a la luz las malas prácticas y los intereses ocultos en la industria médica del género y en la farmacéutica.

En la segunda parte, se aporta mucha documentación y referencias para demostrar precisamente esos intereses ocultos y malas prácticas.

No puedo abundar en más detalles en esta segunda parte, por el momento, porque el libro ha desaparecido de mi vista antes de leer esa última parte. Me pregunto quien y porqué lo habrá hecho desaparecer. Próximamente lo adquiriré de nuevo para continuar con mi labor de investigación. Tengo un especial interés en completar su lectura, porque al igual que dicen tanto Marina como Sandra, cuando yo inicié mi búsqueda a ciegas de información sobre este fenómeno repentino que le sucedía a mi hija, la información que encontré era harto sesgada y afirmadora del autodiagnóstico repentino de una menor sin síntomas previos de disforia.

Referencias de las autoras

Sandra Mercado, Youtuber activista en pro de la verdad frente a la ideología de género. Apoya a las familias de niños y niñas con disforia de género de inicio rápido.

Marina López, (Jerez, 1971) es diseñadora sostenible de profesión y lleva casi una década perteneciendo al partido Alternativa Republicana en Jerez, pero antes estuvo involucrada en IU y el PCE, de los que salió cuando empezaron los acuerdos con Podemos.