La lucha de miles de familias contra el fenómeno trans
Cómo evitar que los procesos de transición social y médica dejen secuelas de por vida a tus hijas e hijos
Hace un año que inicié este blog con varios propósitos, uno de ellos como ya he comentado a lo largo de mis páginas y entradas, es recoger información veraz sobre todo lo que rodea a la ideología de género desde una perspectiva más amplia que el simple buenismo que impregna hoy a la sociedad.
El ejercicio, cansado y duro de sobrellevar a veces, no es gratuito. Persigue el poder mostrar a mi niña, cuando llegue el momento, de forma ordenada, comprensible y verificable, que sus creencias han sido fabricadas en beneficio absoluto de intereses meramente económicos bien escondidos detrás de ideologías, en apariencia, correctas.
Busco información contrastada que saque a la luz el «quienes», el «cómo» y los «porqués», que se esconden detrás una ideología que se ha colado hasta la cocina de todos los estamentos sociopolíticos con una fuerza inusitadamente arrolladora, capaz de capturar mentes jóvenes a base de verdades a medias, mentiras maquilladas y mucha publicidad.
Si en aquellos momentos, cuando me decidí a crear este rincón para la recopilación de datos y la reflexión personal, hubiera existido No contaban con las madres de Nuria Sopeña, me podría haber ahorrado casi todo el esfuerzo. Pareciera que la autora ha leído mi mente y propósito para darle voz en esta obra denuncia, como la cataloga la propia Nuria, mejorando el resultado con el buen saber de su profesión.
Creo que el adoctrinamiento que se está ejerciendo en las aulas, es el único tema que se toca de pasada. Por lo demás, esos «quienes», el «cómo» y los «porqués» han quedado expuestos y argumentados sobradamente en este libro.
Además, Nuria saca a la luz el contagio social de la Disforia de Género de Inicio Rápido (DGIR), que ha encontrado en las redes sociales el medio idóneo para expandirse como un virus entre los más débiles: las y los jóvenes con problemas de salud mental o situaciones de extrema vulnerabilidad.
Gracias Nuria por escribirlo y ser altavoz de las madres y de los padres que estamos luchando para rescatar a nuestras hijas e hijos de las creencias irracionales, que la DGIR está implantando a una velocidad de vértigo en sus mentes infantiles y adolescentes.
Otros llegarán tarde. Cuando sus hijas e hijos estén demasiado atrapados por este nuevo culto, cuando los vean desfigurar sus cuerpos, convertidos en enfermos sufrientes y dependientes de químicos experimentales para lucro de esos «quienes» que manejan los hilos sin escrúpulos.
Esas hijas e hijos serán enfermos para siempre porque la «cura» bárbara que le dieron los médicos: «transformar el cuerpo», nunca podrá sanar un problema mental.
Gracias también, por ayudarnos a despertar a parte de la sociedad. El éxito de ventas supone un respiro, porque demuestra que los esfuerzos de una minoría acorralada comienzan a dar resultados.
Y sobre todo, muchísimas gracias, Nuria, por las referencias a este Blog y por haber añadido mi carta al final de tu libro en el último capítulo.