Portada Sin derecho a opinar la historia que late bajo mi piel gris boca imperdible dientes labios

Sin Derecho a Opinar

El libro que nunca quise escribir. Un diario novelado sobre la traición de la sociedad a mi familia.
Todos afirman embobecidos el autodiagnóstico transgénero repentino de una niña con problemas emocionales previos, en plena adolescencia.
A nadie le importa su integridad emocional ni física, o las consecuencias irreversibles de la afirmación acrítica. El primero el colegio, después la psicóloga. Todos se apresuran a intervenir sin los padres y contra ellos.

Fue mi papel de madre el que hizo sublimar mi dolor ante el rechazo social generalizado por no afirmar inmediatamente a una niña, que de pronto, se auto diagnóstica “transgénero” como única solución a su angustia vital adolescente.

El respaldo de la comunidad digital Queer, le ofrece a la niña, la notoriedad que no alcanza en el mundo real por sus graves trastornos de relación social y de ansiedad. A cambio, le exige romper el vínculo familiar y su cuerpo.

Debía registrar nuestra historia por varios motivos: para hacer auto terapia, para algún día poder mostrarle a mi hija otras realidades, y por qué no admitirlo, también por venganza.

Y sin embargo, transcurrido el tiempo, tan solo deseo que mi testimonio pueda llegar a otras madres y padres que ahora se dan de bruces contra los muros de la sinrazón con los que yo tropecé, mientras sus hijas e hijos se les escapan entre las manos. Tardé cinco largos años en encontrar las causas del autodiagnóstico de mi hija. Con mi testimonio podría restar años de dolor a esas criaturas y ayudar a comprender a los padres.

Género literario

Este relato autobiográfico está dirigido a madres y padres que tengan un hijo o una hija atrapados por la ideología de la identidad de género. Una corriente promovida activamente desde todas las esferas sociopolíticas y mediáticas, ignorando deliberadamente los daños colaterales. Un experimento de ingeniería social perverso, pues se ceba en los cuerpos de niños y jóvenes vulnerables.

Mientras que en países de nuestro entorno, las leyes que apoyaban estas doctrinas dan marcha atrás, en España se pone en marcha la maquinaria para mostrar solo las luces. Mi testimonio, quiere sacar a la luz las sombras.

Sinopsis

Una historia basada en hechos reales: la experiencia desgarradora de una madre que se equivoca al seleccionar una psicoterapeuta, “experta en género”, que juega sin escrúpulos contra su familia.

Lo que comienza como un desafío de la hija menor, anunciando ser transgénero sin indicios previos, evoluciona rápidamente apoyada socialmente a través de la discriminación positiva e ideologías radicales organizadas, que se posicionan en contra de las percepciones de todos cuantos la conocen y la aman, negándoles el derecho a investigar, a intervenir y a opinar.

La madre necesita actuar para sentir que sigue teniendo control sobre su propia vida y la de sus hijas. El padre es menos impulsivo y vive el día a día desde un punto más alejado. Al final, ambos se distancian sin remedio, y la familia se desmorona.

La mujer, que apenas había empezado a vivir después de entender el dolor de su propia historia, es sorprendida por la situación demasiado cansada para vivirla con inteligencia, y las viejas heridas afloran para tumbarla de nuevo. ¿Encontrará la manera de recuperar a su familia?

Introducción del libro Sin Derecho a Opinar, Ángeles T, 2021.

La historia que conoce mi pequeña sobre sí misma es, como suele ser, solo una parte. A mí, cómo madre, me faltó valor para mostrarle otras caras de la realidad, por el miedo a la ira desbocada de un adolescente herido que se rebelaba contra el mundo, pero sobre todo contra mí.
También me sostuvo la seguridad de que mostrarle otros puntos de vista a mi pequeña, lo convertiría en bandera para ahondar en su causa, y por ello, me obligué al silencio y a la espera.
Por ella yo no debía ni podía olvidar nada. Fue necesario escribir la otra historia, la que pude observar íntima y atentamente, esa que nadie me puede arrebatar.
Derramarla sobre renglones fue también una necesidad vital para destilar el dolor de la impotencia.
Confío en que algún día, mi hija pueda añadir mis piezas a las suyas, y sea capaz de limpiar el ruido de fondo que la mece. Ese, sería el único punto de partida saludable para aprender a SER.