Desistidores, Detransicionadores y Desintoxicados

Como sacar a su hijo de la ideología de género

La autora hace una vasta descripción de cómo los niños son atrapados por la ideología de género, de cómo toda la sociedad colabora proactivamente para empujarlos por un camino de falacias, daños y dolor para toda la vida.

Continúa aportando pautas de comunicación para que los padres puedan gestionar la relación con sus hijos con asertividad, siempre con la meta puesta en apartarlos del adoctrinamiento y el lavado de cerebro al que han sido sometidos.

Finaliza con los testimonios de personas arrepentidas, que luchan por intentar ser quienes fueron, aunque les falten partes de sus cuerpo y tengan que lidiar hasta el fin de sus días con una medicalización cruel, dolorosa, peligrosa y cara.

Estas son las ideas básicas y principales que extraigo de la lectura de este libro:

Casi todos entendemos que la tarea primordial de la adolescencia podría ser el desarrollo de la identidad personal. Convertirse en adulto es muy estresante, lo que hace a los adolescentes, especialmente vulnerable a las influencias externas.

La industria del género ha sabido pervertir precisamente ese sentido de la identidad, deconstruyendo la esencia misma del ser humano en uno de sus aspectos fundamentales: ser hombre o ser mujer.

El movimiento LGTB ha sido fagocitado y arrinconado por la TQ y redefine a gays y lesbianas como nuevos trans, en una suerte de letras interminables LGBTQ+ y lo que queda por venir. Ya empiezan a verse personas auto identificadas trans-edad, trans-especie, trans-raza…

Lo más aterrador que he encontrado es el blanqueamiento que se está haciendo de la pedofilia. Antes los padres temíamos que captarán a nuestros hijos y los cuerpos y fuerzas de seguridad estaban a nuestro lado para cazar a esos pervertidores de niños. Hoy se promocionan libre e impunemente en las redes sociales, ofreciéndose como familias acogedoras y amantísimas para protegerlos de sus padres. Se amparan en nuevas leyes y los padres tememos sus denuncias por maltrato a nuestros hijos si no aceptamos su autodeterminación trans, como por ejemplo, dice la Ley Rhodes (España).

Las personas desistidoras y detransicionadoras existen, y en un número creciente desorbitado, aun cuando los activistas pretendan hacernos creer que son casos aislados sin ninguna representación.

Todo gira entorno a la perversión de retorcer la definición de sexo, diluyendo el significado de ser hombre o ser mujer, dentro de un mero sentimiento o deseo. Y aunque el sexo es inmutable y está ineludiblemente ligado a ser macho o hembra en casi la totalidad de especies del planeta Tierra, el género lo opaca todo, lo tergiversa y se apodera hasta del propio sexo.

¿Qué es el género?

De acuerdo con las principales clínicas y sistemas médicos, que son los que realmente están impulsando la teoría del género, es el sentido interno de sí mismo que tiene una persona, y de cómo encaja en el mundo desde la perspectiva de género. Pero nunca se define el género porque se nos dice que significa cosas diferentes para cada persona”.

Sasha Ayad

Se pierde, por tanto, la capacidad de nombrar objetivamente la realidad y el lenguaje pierde su sentido de comunicación. Solo basta echar un vistazo en Internet para observar como los políticos y ciudadanos ya no saben, o no se atreven, a responder a una simple pregunta: «¿Qué es una mujer?».

El libro Detrans, Desist & Detox es tan amplio y denso en razonamientos, datos basados en la evidencia, testimonios y metodología para ayudar a los niños atrapados por la ideología de género, que me resulta difícil profundizar más en esta breve introducción, lo haré en distintas entradas de la sección Blog.