Cuando el dolor se vuelve verso

Los sillones de aquella consulta me resultaban incómodos para una sentada tan larga mientras mi niña acudía a terapia. La luz artificial creaba un ambiente triste que deprimía mi ánimo ya roto.

Aquel día, tuve la sensación de estar soltando sin querer hacerlo, el último retazo de la hija conocida. Aquel al que me aferraba con desesperación para no perder lo que, en mi corazón, había existido desde siempre. Pero se me instaba a olvidar hasta su nombre.

A solas en la sala de espera, sopesé la conveniencia de aceptar, y el dolor se volvió verso para llorar tanta tristeza.

Pinté tu nombre en verde

mi niña

en invierno

Verde agua

verde oliva

verde inquieto

Y te aguardé en silencio

soñando el fluir de tu nombre verde

entre olas de mar sereno jugando

Hoy tu nombre te hiere

a mí

me mata callarlo

El poema se convirtió en canción

Hace seis años escribí el poema Tu Nombre para embotellar un instante de dolor extremo, hoy he probado suerte con la Inteligencia Artificial, buscado en la música, la emoción de aquel momento.
19/02/2025

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