Nadie puede obligarnos a seguir calladas

Hace unas semanas escribía una entrada a mi Blog que se titulaba “EL VIENTO ESTÁ CAMBIANDO, PERO NO LO SUFICIENTEMENTE RÁPIDO”. Lo hacía a colación del vertiginoso viraje que, aunque ya era una realidad, no acababa de vislumbrarse masivamente entre la población.
DINAMARCA – Tras las revisiones sistemáticas de las pruebas realizadas en Europa, y de constatar un aumento alarmante del 8700% de remisiones a tratamientos con bloqueadores de la pubertad y hormonas de sexo cruzadas, decide dar un giro radical para apostar por un enfoque que prioriza el apoyo psicosocial y la resolución no invasiva a los jóvenes con angustia de género. Después de lo cual se ha pasado de remitir al 65% de los casos en 2018 a solo el 6% en 2022.
FINLANDIA– En 2020 rompe con las directrices de WPATH al verificar mediante estudios serios que el 70% de las personas con disforia de género padecían otras patologías. Advierte que la reasignación de género de los menores debe considerarse una práctica experimental, por lo que dicha reasignación debe hacerse con mucha precaución y no debe iniciarse ningún tratamiento irreversible durante la minoría de edad.
SUECIA – Entre 2020 y 2022 decide limitar el acceso de niños y jóvenes a tratamientos con hormonas y restringe drásticamente la práctica de mastectomías en las adolescentes, imponiendo la edad de 23 años para extirpar gónadas y solo en casos extremos y muy claros.
REINO UNIDO – En 2024 cierra el Servicio Nacional para el Desarrollo de la Identidad de Género. Prohíbe indefinidamente los bloqueadores de la pubertad e instaura protocolos de acompañamiento psicológico a niños y jóvenes después de las conclusiones del estudio de la Dra. Cass realizado durante cuatros años.
NUEVA ZELANDA – En 2024 lleva a cabo una investigación que revela la escasa evidencia sobre las mejoras de la intervención médica para la afirmación del género, por lo que establece que prime el acompañamiento psicológico.
AUSTRALIA – En el invierno 2024-2025 prohíbe cualquier tratamiento irreversible en menores hasta obtener resultados de un estudio propio que ya está encargado.
Y por fin llega el resultado de las últimas elecciones en Argentina y en EEUU y lo empieza a cambiar todo.
EEUU – En 2025 elimina la financiación a la ideología y prohibiendo el adoctrinamiento en colegios, aunque en la práctica todo depende el estado y de quien gobierna. El Supremo de EEUU se inclina a respaldar la prohibición de hormonas a menores trans.
ARGENTINA – 2025 – Argentina limita los tratamientos de hormonación y las intervenciones quirúrgicas en menores a menores.
Los Gobiernos de estos países han solicitado estudios después de muchas víctimas, pero más vale tarde que nunca. Mientras tanto, en España se hacen oídos sordos a los cambios de rumbo de estos países y mantienen estas leyes infames, peligrosas para la salud de la infancia y la juventud.
El poder económico, que trabaja a la sombra construyendo vayas y cercados para gestionar a su antojo las vidas de la ciudadanía, se resiste. Aún conserva mucho poder y contratacará con su venenoso aguijón para morir matando.
La población acabará por entenderlo todo, pero para los que hemos sido afectado será tarde. A los que han destrozado las vidas de nuestras hijas e hijos y la nuestra propia nadie puede consolarnos.
Sí, ha cambiado el viento. Lo empuja una facción política contraria a la imperante hasta hace bien poco, la que impulsó esa maldita cultura aberrante, que niega la evidencia y construye realidades imaginarias para lograr su fin económico y de control de masas. Lo triste es saber, que la facción actual lo quiere cambiar todo probablemente por reacción al enemigo, no por convicción. Pero a mí, me vale.

Solo una madre o un padre que haya sufrido el dolor impotente de ver cómo, su hija o hijo sacrifica su mente y su cuerpo para satisfacer un culto fabricado por otros, puede entenderme.

El dolor se agrava cuando una sociedad dormida, manipulada e indolente se alegra por la criatura captada, desoye las alertas de sus protectores y se convierten en sus censores. Entenderán que salude al viento que se revuelve.
No estoy segura de sí es la nueva brisa o simplemente el cansancio, pero el valor empieza a superar la pena. Probablemente también tenga que ver el hecho de que, al menos en estos momentos, mi niña haya escogido el camino de la ayuda. Y aunque haya cosas que ha perdido irremediablemente, ahora puedo encontrar pequeños espacios de serenidad para el autocuidado, tan necesario.
Nadie puede exigirnos que sigamos calladas, reprimiendo un dolor incapacitante ante la vida.  Nadie puede seguir utilizando el miedo y la cancelación para que nuestras voces, las afectadas, contemos nuestras historias, saquemos a la luz las mentiras y el horror que están infringiendo a nuestras criaturas inmaduras y con problemas de salud mental muy serias.
Estoy cansada de escuchar opiniones de desinformados, de bien pensantes autocomplacientes que se sienten especiales por pertenecer a la corriente. Si levantaran la cabeza y se atrevieran a hilar dos ideas por sí mismas dejarían de pertenecer al rebaño. Cuando les toque, porque las probabilidades ya son aterradoramente crecientes, abrirán los ojos, pero también para ellos será tarde.